La innovación, es sin lugar a dudas la estrategia de mayor efecto positivo tanto en la reducción de costes, como en la evolución al alza de los precios. Como ejemplos claros de esta estrategia en el sector, durante los últimos años se está implantando la agricultura de precisión, nuevos modos de alimentación tales como el slow food, o sus contrapuestos fast food y take away, productos precocinados de quinta gama, alimentos de no transición calórica, productos precocinados inteligentes, cultivos genéticamente más adecuados, nuevos modos de olivicultura, así como, el nuevo diseño de productos, procesos o protocolos asistidos por drones, satélites, e incluso operarios biónicos para determinadas operaciones, tanto en campo, como en industria. La eficiencia, radica en desempeñar la actividad productiva o empresarial de la manera más óptima y adecuada, obteniendo los mejores resultados, destinando a ello los menores recursos posibles. La integración de instituciones u organizaciones eficientes tanto vertical, como horizontalmente, y especializadas en cada ámbito de actividad, crea clúster competitivamente inexpugnables. Lo ideal como estrategia, es realizar aquellas labores de forma exclusiva en las cuales se está especializado, de este modo cada organización optimiza sus recursos en el ámbito en que mejor lo hace, con los consiguientes efectos positivos tanto para cada eslabón de la cadena, como para la totalidad del proceso. La singularización, o la también llamada diferenciación incremental, consiste en crear una ventaja competitiva inimitable, que mediante prescripción e impacto constante se transmite a los potenciales clientes y usuarios, generando en ellos preferencias de demanda y necesidad de consumo, posteriormente se procede a la descategorización del producto de su ámbito de clasificación comercial, modificando el precio al alza, y generando una renta neta adicional positiva. Como ejemplo de la misma encontramos la agricultura biodinámica, agricultura bioregenerativa, elaboración de aceites singulares, explotación o elaboración artesanal de producto o procesos, elaboración de aceites a partir de frutos recolectados de olivos o explotaciones excepcionales por su localización, historia, o ubicación, etc. La combinación de las tres estrategias genera ventajas competitivas, solventes, duraderas y sólidas que garantizan niveles de renta razonables, aun en los más turbulentos de los entornos globales, como es el caso que representa la olivicultura internacional para los años venideros.
|